-
Arquitectos: NODO Taller
- Área: 67 m²
- Año: 2021
-
Fotografías:Onnis Luque
-
Proveedores: Al Chef Restaurant Planners, Oscar Haggerman, Yurik Kifuri Mobiliario
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El restaurante Eno Tokio reafirma su idea de 'crear comunidad' con un restaurante íntimo, sencillo y en el aire nostálgico de una arqueología moderna que escarbó en las capas de materiales hasta los acabados originales que formaron parte de la arquitectura del local y ahora nos brinda un discreto vistazo al México del pasado. Eno Tokio se localiza en la Zona Rosa, una de las partes más turísticas de la Ciudad de México. Todos los entusiastas de esta zona atisbamos con nostalgia el pasado modernista a través de guiños y pistas que nos dan algunas de las edificaciones de esa parte de la Colonia Juárez, tan próxima a la cambiante Av. Paseo de la Reforma.
El espacio sumergido en pesadas capas de materiales, pinturas y estucos es lo que más destaca a primera visita. Desnudarlo de sus elementos excedentes fue la primicia de diseño hasta traslucir techos y muros, limpiando y respetando la huella del tiempo. Debajo de una capa de piso deficiente, se encontraba, indemne, el piso original de cemento hidráulico, que dio lugar al concepto del proyecto, con un aire de otros tiempos en una gama en colores blanco y terracota. La madera en las cancelerías, las barras, los bancos y los muebles otorgan al conjunto calidez y consistencia fusionando todos los elementos encontrados. El tamaño estrecho del local obligaba a pensar en maneras eficientes para la distribución de los comensales y servicios. Barras con bancos abatibles al interior, mesas y bancos desmontables al exterior dotan de flexibilidad el uso del espacio.
El baño de planta triangular y una barra que deja ver el área de preparación resuelve el tema de los servicios. ‘Somos obsesivamente detallistas’ dicta la filosofía de los restaurantes Eno, frase que el diseño pretende adoptar utilizando el menor número de materiales nuevos enfatizando el detalle y cuidado, que una arqueología moderna de diseño requiere. Así se conserva ese minúsculo fragmento de interiorismo del pasado de la Ciudad de México, intentando tejer aunque sea un instante la idea de comunidad y de esparcimiento que tuvo la zona en su esplendor. Desnudar, limpiar, conservar y reutilizar, fueron los lineamientos que dieron lugar a un restaurante íntimo y sencillo, con muy pocos elementos, pero a la vez, muy personal.